Boaventura habla sobre su cancelación en el Centro de Estudios Sociales
247 - El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos afirmó, en una entrevista a TV 247, que fue víctima de la llamada cultura de la cancelación, que lo llevó a desconectarse del Centro de Estudios Sociales (CES) de la Universidad de Coimbra, en Portugal, institución de la que es socio-fundador. Renunció después de alegar irregularidades en el proceso de investigación sobre las acusaciones de acoso sexual y moral hechas por un grupo de investigadores.
"Me desconecté del CES porque la cultura de la cancelación entró en mi centro", declaró. Boaventura negó con vehemencia las acusaciones y criticó lo que llamó la "industria de la cancelación". Según él, las denuncias nunca se presentaron formalmente a ninguna institución oficial. "Nunca fui objeto de denuncias formales", dijo.
Durante la entrevista, el sociólogo acusó a las ONG internacionales de financiar campañas de difamación en su contra y destacó que la investigación en el CES no seguía los principios del Estado de Derecho. "Fui víctima de mentiras de una agencia que dice ser pública, pero que está financiada por ONG internacionales, que fomentan la cultura de la cancelación", dijo.
Boaventura clasificó la cultura de la cancelación como una forma de linchamiento y un instrumento de disputa política. “La cultura de la cancelación no permite lo contradictorio. El objetivo era eliminarme”, dijo. Comparó su situación con la del jurista brasileño Alysson Mascaro, argumentando que ambos enfrentaron acusaciones sin respaldo legal.
Para el sociólogo, la cancelación es una herramienta selectiva y se está utilizando para desacreditar a los intelectuales de izquierda. “La cultura de la cancelación es una cultura de linchamiento, que ha afectado a figuras de izquierda. Estamos en una lucha política", dijo. También calificó el fenómeno como una especie de "nuevo macartismo al servicio de la extrema derecha internacional".
Boaventura también criticó los cambios sociales y académicos que, según él, han hecho que el entorno sea más hostil al diálogo. “En el pasado, podía decir que una mujer era hermosa. Hoy, no puedo más", comentó, atribuyendo el endurecimiento de las reglas sociales a la competencia en el mundo académico. "Estamos en una sociedad en la que hay mucha competencia en el área académica y científica".
El sociólogo terminó su participación afirmando que continuará actuando como intelectual independiente, incluso sin vínculo institucional. Anunció que ya ha llamado a la Justicia para impugnar los cargos y defender su honor. “Las acciones judiciales están en curso”, concluyó.
Lee la entrevista aquí
Comments